Betta Butterfly, o Mariposa
El Betta Butterfly, también conocido como Betta Mariposa, es una variedad del pez Betta que se caracteriza por tener los bordes de sus aletas de color blanco. Es una variedad muy preciada y buscada.
¿Cómo mantenerlo en óptimas condiciones?
- Espacio mínimo: entre 10 y 20 litros. La forma ideal del acuario es rectangular.
- pH del agua: entre 6,5 y 7,5. Ideal 7.
- Dureza (GH) del agua: entre 4 y 14. Ideal 7.
- Temperatura del agua: entre 22 y 28ºC.
- Filtro: que filtre el agua del acuario correctamente y no genere excesiva corriente.
- Iluminación: buena y suficiente iluminación para poder explorar el acuario con comodidad.
- Alimentación: en escamas, en pellet y pequeños insectos vivos o liofilizados, con altos niveles de proteína.
Características del Betta Butterfly
La característica que define al Betta Butterfly, o Mariposa, es que en general este presenta un color blanco en las terminaciones de sus aletas. Ya sea en sus aletas pectorales, ventrales, dorsales o caudales, podremos reconocer muy fácilmente este característico rasgo de la variedad.
Suele presentar un cuerpo de forma alargada y delgada, como el resto de variedades en general, y puede presentar la forma y extensión de las aletas de cualquier otra variedad.
Comportamiento del Betta Butterfly
Aunque comparte la naturaleza territorial común a los bettas, esta variedad en específico a menudo muestra una disposición más apacible y social en comparación con algunos de sus parientes más beligerantes. Su comportamiento tiende a ser menos agresivo, lo que permite una convivencia más armoniosa con otros peces en el mismo hábitat acuático. Este rasgo lo asemeja con el Betta Koi, quien también tiende a mostrar una actitud más serena.
En términos de interacción con su entorno, el Betta Mariposa muestra una curiosidad intrínseca, gustando de explorar su hábitat con una actitud activa y curiosa. A menudo, se le puede observar investigando escondites y nadando entre las plantas, manifestando así una actividad que contribuye a la vitalidad del acuario en general.
La alimentación del Betta Butterfly
Para los Betta Butterfly es esencial ofrecer una alimentación equilibrada que respalde su desarrollo óptimo y realce su característico color blanco en las aletas. Se recomienda emplear pellets de alta calidad diseñados exclusivamente para bettas, ya que constituyen una fuente completa de nutrientes esenciales y una elevada proporción de proteínas beneficiosas.
Complementar su dieta con alimentos vivos o congelados, como larvas de mosquito, daphnias o artemia, añade no solo diversidad nutricional sino también una aproximación más fiel a la dieta variada que experimentarían en su entorno natural. Es vital moderarnos en la cantidad de alimento proporcionado, evitando el riesgo de sobrealimentación, dado que los bettas tienden a preferir porciones más pequeñas durante sus momentos de alimentación.
La frescura y calidad de los alimentos son requisitos cruciales para garantizar una nutrición saludable. Es imperativo descartar alimentos en mal estado y diversificar la dieta siempre que sea posible, ajustándola para satisfacer de manera óptima las necesidades nutricionales de estos peces.
El acuario para el Betta Butterfly
Se recomienda un acuario con una capacidad que oscile entre 10 y 20 litros, brindándoles el espacio necesario para desenvolverse cómodamente y no entorpecer su exploración. La inclusión de un filtro es vital para mantener la calidad del agua, eliminando residuos y garantizando un entorno saludable. Asimismo, se aconseja la utilización de un calentador ajustable para mantener la temperatura constante, recreando las condiciones térmicas ideales para el Betta Butterfly, que oscilan entre 22 y 28 °C. La elección de un sustrato suave se vuelve esencial para prevenir posibles daños en las delicadas aletas de estos peces.
En términos de iluminación, se recomienda una luz tenue pero lo suficientemente intensa para permitir que los peces exploren cómodamente su entorno sin que esto les genere estrés. La iluminación adecuada no solo realza su belleza de sus colores, sino que también fomenta su comportamiento natural y activo en el acuario.
La calidad del agua juega un papel fundamental, por lo que deberemos mantener un pH en el rango de 6.5 a 7.5 y una dureza (GH) entre 4 y 14 para replicar las condiciones naturales del Betta Butterfly. Idealmente, intentaremos ofrecerle valores cercanos a 7 en ambos parámetros para garantizar un ambiente que favorezca su salud y su bienestar.